lunes, 23 de noviembre de 2015

LA MARCA ESPAÑA

En estos tiempos tan convulsos que vivimos, en los que algunos se empeñan en cuestionar su identidad patria y provocan situaciones que admitirían todo tipo de calificativos –y este no es el espacio para ello–, otros tratan de relanzar ese ambiguo concepto bautizado como ‘Marca España’.

Lo curioso, y lamentable, es que desde la propia administración central, forjadora de la idea, no se articulan las herramientas suficientes para impulsar un proyecto loable, que precisamente queda diluido ante la ausencia de definición. Al menos, en lo que al sector agrícola se refiere, porque quizá a algun@ de quienes estéis leyendo estas líneas os venga a la cabeza la imagen de algún famoso promocionando productos autóctonos. Sí, eso está muy bien, e insisto en que es loable, pero en la foto y la campaña al público general no se debe terminar el proyecto.

Al contrario, debería de ser la punta de lanza. Y nada más lejos de la realidad. Son ya varios los años que el Director General de AGRAGEX, clama con palabras gruesas (parece ser que en el desierto) por los severos recortes sufridos en las ayudas a la exportación.
Plan provisional de actividades de AGRAGEX para 2016.

En la última Agritechnica, la principal feria europea de maquinaria agrícola, la presencia española en términos de expositores fue de algo más de 40 empresas. A diferencia de otros países, que optan por la fórmula del agrupamiento en un espacio común, los ‘nuestros’ se reparten individualmente en los numerosos pabellones del recinto ferial, en ocasiones incrustados entre compañías de mucho mayor tamaño. La hormiguita frente al elefante.

La industria española es la que es, y no voy a entrar a opinar sobre los motivos que provocaron en las últimas décadas la desaparición de importantes fábricas asentadas en nuestro territorio, pero lo cierto es que la imagen que se transmite, al menos en citas de esta magnitud, parece manifiestamente mejorable. Y los resultados también lo serían.

Precisamente mientras se desarrollaba la Agritechnica, el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) subrayó el crecimiento de las ventas de maquinaria agrícola en Hungría, pero que las importaciones españolas en este capítulo representaban un pírrico 0,4%. Otro tren que pasa al que no consiguen subirse nuestros productos.

¿Por qué? Desde luego que confluyen diversos motivos para responder la cuestión, pero estoy convencido que quienes ‘fabricaron’ el tan manido término de ‘Marca España’, no se pasaron por Hannover, ni por muchos otros lugares donde la tecnología española pelea por hacerse un hueco en el mercado.

El dato de Hungría es solo un ejemplo de oportunidad desaprovechada. Con todo y con ello, la hormiguita continúa con su recorrido, trabajando con denuedo para evitar ser aplastada, no ya tanto por el elefante, sino por esos que con una mano elevan la bandera de la ‘Marca España’ mientras en la otra esconden la tijera. 

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