viernes, 6 de junio de 2014

A COMER (PERO TODOS)

No quiero convertir esta entrada en un bombardeo de datos, porque además de correr el riesgo de aburrirte, me temo que a mitad de camino optaría por abandonar desesperado. Así que rescataré tan solo los que más me han llamado la atención del aluvión recibido el pasado jueves 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente:
- Cerca de 1.000 millones de personas se acuestan con hambre cada noche.
- Un tercio de todos los alimentos que se producen se tira a la basura sin llegar nunca a los estómagos de la gente.
- Casi un tercio de la producción de alimentos se dedica a la alimentación del ganado o para la producción de carburantes.
- En 2020, 40 millones de hectáreas se destinarán a cultivos para biocombustibles.
- 1.500 millones de personas luchan con el sobrepeso o la obesidad.

Por otra parte, las previsiones de los organismos oficiales sitúan la población mundial en 2050 en los 9.000 millones de personas, con fuerte crecimiento demográfico en zonas cuyo desarrollo es, cuando menos, limitado.

Uno de los males endémicos e históricos del planeta es el reparto de la riqueza, con la cruel paradoja que supone el contraste entre una sobre-producción de alimentos y la existencia de diferentes ‘puntos negros’ donde incluso mujeres y niños no tienen qué llevarse a la boca.

¿Hay interés real por buscar SOLUCIONES a la hambruna? Sinceramente, no me lo parece. Los Estados no pasan de gestos, más o menos demagógicos, sin entrar de lleno en la problemática [Por ej.: ver la posición (¿?) de la UE sobre la llegada de inmigrantes africanos].

En ocasiones es la iniciativa privada quien pasa a la acción. Pero, claro, aquí entran en colisión aspectos esenciales para el ser humano, como puede ser el acceso a la alimentación, con los intereses empresariales. Y llegados a este punto, me doy cuenta de que en muchas de las últimas conferencias de prensa a las que he acudido, en las que fabricantes de maquinaria agrícola han esbozado sus planes de futuro, se apuesta por la Agricultura como valor seguro precisamente por el fuerte crecimiento de la población hasta mediados de este siglo.

Es obvio que algo no cuadra. Se anuncian (y se cuenta) con 2.000 millones de nuevos ‘clientes’ potenciales. Pero, en realidad, ¿tendrán todos ellos acceso a una alimentación digna, o si me apuran, a una simple alimentación? En el marco presente no lo parece.


Este puede ser, y confío que sea, uno de los retos de la próxima Expo de Milán en 2015, que arrancará el próximo 31 de mayo con el lema Feeding the Planet. Energy for Life (Alimentando el Planeta. Energía para la Vida). Aunque, no olvidemos, que hasta ese momento todas las personas, sean de donde sean, tendrán (o tendrían) que comer hoy, mañana, pasado mañana…

2 comentarios:

  1. Hola Ángel
    Que entrada más buena, has concentrado un montón de triste información en cinco puntos.
    Ojala nadie tuviera que recordar la triste realidad que vive la mayoría de la humanidad pero es así.
    Iniciativas como esta hacen falta para concienciarnos de lo que sucede en realidad, no podemos mirar a otro lado y ocultar que no lo sabemos, es mínimo que podemos hacer.
    Espero que much@s lean tu entrada y este humilde comentario.

    Buen día a tod@s!!

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    1. Hola tocayo:
      Gracias por tu aporte. Se trata de mantener vivo el recordatorio de la situación que vivimos, y muchos sufren, con el fin de buscar soluciones.

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