Me temo que todavía hay mucha, demasiada gente que no
termina de tomárselo en serio. Sí, cuando llueve mucho y a destiempo, o cuando
nieva al nivel del mar, o cuando las temperaturas son extremadamente altas o
bajas, entonces es cuando se apela: “Debe ser eso del cambio climático”. Y,
curiosamente, esas alteraciones puntuales de la meteorología han sucedido siempre,
con mayor o menor intensidad.
El cambio climático va mucho más allá que todo eso. Su pertinaz
amenaza y el posible incumplimiento de los límites de los recursos planetarios
colocan a la población ante una emergencia energética de proporciones globales.
Sean Sweeney, co-director del Instituto Global del Trabajo en la Universidad de
Cornell (EEUU), expone los abusos de la agenda de “energía extrema” y sugiere
que las nuevas tecnologías utilizadas para la obtención de energías renovables deberían
encaminarnos hacia una sociedad más sostenible.
Y concluyen: "Que se concreten orientaciones claras que establezcan que el nuevo marco de actuación sobre clima y energía de la UE no imponga a las industrias europeas más eficientes costes directos o indirectos vinculados a emisiones de CO2 que mermen su competitividad a escala mundial".
La colisión parece frontal. O así al menos la presenta la
industria afectada. La transición energética debe ser equitativa, lo que
requiere que los trabajadores, las comunidades y el público en general tengan
voz real en la toma de decisiones. La anarquía de los mercados energéticos
liberalizados tendría que dejar paso a una planificación global más justa. Y no
parece que en estos momentos lo sea, cuando 19 de las 50 compañías más
poderosas del mundo participan en el sector de los combustibles fósiles. No
obstante, tratar de corregir este desequilibrio no pasa por abrazarse a ciegas
a las agendas de las empresas de energías renovables.
Parece que Miguel Arias Cañete mantiene esa “capacidad” para
atraer problemas de gran magnitud, motivados en ocasiones por sus excesos
verbales. Tras las elecciones europeas celebradas en mayo, marcadas por sus desafortunadas
declaraciones machistas, se convierte ahora en el nuevo Comisario de Energía y
Medio Ambiente. Aún no ha aterrizado en el cargo cuando vuelve a cobrar
protagonismo una cuestión tan delicada como esta del cambio climático y la manera
de afrontarlo y gestionarlo.
Cuantos frentes abiertos en esta tu publicación...Por un lado está claro que lo del cambio climático, no es un tema recurrente para hablar en el ascensor como sucede con el mal tiempo o el exceso de calor de momentos puntuales (cosas que cómo apuntas han ocurrido siempre), por otro, la demagogia de las empresas que monopolizan los mercados y no permiten que el ciudadano tenga algo que ver en todo esto, aunque precisamente sus producciones sean para nuestro consumo y aunque realmente seamos nosotros los que damos vida a sus proyectos, proyectos que los enriquecen y los transforma en codiciosos, y para poner la guinda...está lo de Cañete, para esto y sus inmejorables comentarios no tengo palabras...es una señal clara de la falta de responsabilidad social y medioambiental que domina al mundo.
ResponderEliminarHasta que la humanidad se crea realmente que lo que pasa en el otro lado del planeta nos afecta a todos, que los recursos son agotables y está en cada uno de nosotros el cambio a través de nuestra manifestación (esa voz y ese voto del que hablabas), hasta que realmente quien nos representa en nuestro país y en Europa, no crea en la igualdad -tan fingida hoy por hoy- me temo que el tan esperado cambio, se hará esperar, y no cómo el cambio climático que ya hace tiempo habita entre nosotros...Desde mi modesto punto de vista, todo pasa por la educación, y ese es otro de los grandes temas que requieren cambio y esfuerzo de parte de los gobernantes y de los ciudadanos...ese es otro cantar...
Sigo tus publicaciones y me parecen muy interesantes.
Saludos
Muchas gracias por tu interesante aportación, Yolanda. Desde luego que sí, la EDUCACIÓN juega un factor determinante desde muy diversos ámbitos. Veremos qué sucede, y sobre todo qué se decide (o no), en la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno prevista para dentro de unos días.
EliminarUn saludo muy afectuoso,
Ángel Pérez