No quiero convertir esta entrada en un bombardeo de
datos, porque además de correr el riesgo de aburrirte, me temo que a mitad de
camino optaría por abandonar desesperado. Así que rescataré tan solo los que
más me han llamado la atención del aluvión recibido el pasado jueves 5 de
junio, Día Mundial del Medio Ambiente:
- Cerca de 1.000 millones de personas se acuestan
con hambre cada noche.
- Un tercio de todos los alimentos que se producen
se tira a la basura sin llegar nunca a los estómagos de la gente.
- Casi un tercio de la producción de alimentos se
dedica a la alimentación del ganado o para la producción de carburantes.
- En 2020, 40 millones de hectáreas se destinarán a
cultivos para biocombustibles.
- 1.500 millones de personas luchan con el
sobrepeso o la obesidad.
Por otra parte, las previsiones de los organismos
oficiales sitúan la población mundial en 2050 en los 9.000 millones de
personas, con fuerte crecimiento demográfico en zonas cuyo desarrollo es,
cuando menos, limitado.

¿Hay interés real por buscar SOLUCIONES a la hambruna?
Sinceramente, no me lo parece. Los Estados no pasan de gestos, más o menos
demagógicos, sin entrar de lleno en la problemática [Por ej.: ver la posición
(¿?) de la UE sobre la llegada de inmigrantes africanos].
En ocasiones es la iniciativa privada quien pasa a la
acción. Pero, claro, aquí entran en colisión aspectos esenciales para el ser
humano, como puede ser el acceso a la alimentación, con los intereses empresariales.
Y llegados a este punto, me doy cuenta de que en muchas de las últimas
conferencias de prensa a las que he acudido, en las que fabricantes de
maquinaria agrícola han esbozado sus planes de futuro, se apuesta por la
Agricultura como valor seguro precisamente por el fuerte crecimiento de la
población hasta mediados de este siglo.
Es obvio que algo no cuadra. Se anuncian (y se cuenta)
con 2.000 millones de nuevos ‘clientes’ potenciales. Pero, en realidad, ¿tendrán
todos ellos acceso a una alimentación digna, o si me apuran, a una simple
alimentación? En el marco presente no lo parece.
Este puede ser, y confío que sea, uno de los retos de la
próxima Expo de Milán en 2015, que arrancará el próximo 31 de mayo con el lema Feeding the Planet. Energy for Life (Alimentando el Planeta. Energía para la
Vida). Aunque, no olvidemos, que hasta ese momento todas las personas, sean de
donde sean, tendrán (o tendrían) que comer hoy, mañana, pasado mañana…