viernes, 9 de enero de 2015

EL LIBRE COMERCIO, METIDO EN UN CHARCO


Hace casi dos años que la Unión Europea y Estados Unidos negocian una propuesta de tratado de libre comercio conocido como Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), también bautizado como Transatlantic Free Trade Area (TAFTA) o Área de Libre Comercio Trasatlántico. Como sucede ante posibles acuerdos de esta magnitud, las posturas son muy encontradas y veremos si a lo largo de este 2015 las partes, que se reúnen periódicamente en Bruselas y Washington en 15 grupos de trabajo específicos, logran resultados.

En ambos lados de la mesa existen defensores del tratado, que lo consideran beneficioso para el crecimiento, porque aumentaría la libertad económica y fomentaría la creación de empleo, y los críticos, que denuncian el aumento de poder de las grandes empresas, que desregularizaría los mercados rebajando los niveles de protección social y medioambiental. 


La información que se ha filtrado sobre las negociaciones subraya que los principales objetivos perseguidos son la eliminación, en la medida de lo posible, de las ‘obligaciones aduaneras’, un capítulo en el que el sector agrícola se sitúa en el centro de las discusiones con enormes dificultades para llegar a acuerdos, en particular sobre la forma de regular la producción de alimentos, que en Europa se realiza a lo largo de toda la cadena (trazabilidad), mientras que en EEUU se focaliza más en el producto final.

Los más críticos del ‘viejo continente’ denuncian que la gran industria alimentaria estadounidense pretende que el TTIP abra las puertas a productos que no se consideran seguros en la UE, sometidos a tratamientos desinfectantes permitidos al otro lado del Atlántico, como el pollo clorado o las hormonas y promotores de crecimiento, prácticas extendidas en la ganadería estadounidense. También son conocidas las políticas europeas de limitación de las importaciones de alimentos transgénicos.

Los fabricantes de maquinaria no ocultan su decidido apoyo al que se convertiría en la mayor área de libre comercio del mundo. Para ellos, se facilitaría el acceso a un mercado que en su conjunto supone el 60% del PIB mundial, el 33% del comercio en bienes y el 42% del comercio en servicios.


Dirección del comercio
Bienes
Servicios
Inversiones
Total
De la UE hacia EEUU
260 mil millones de euros
139,0 mil millones de euros
112,6 mil millones de euros
511,6 mil millones de euros
De EEUU hacia la UE
127,9 mil millones de euros
180 mil millones de euros
144,5 mil millones de euros
452,4 mil millones de euros
Fuente: Comisión Europea, julio 2012.

Las normas de calidad y seguridad también son muy diferentes entre EEUU y Europa, lo que dificulta las exportaciones. De hecho, en EEUU no se acepta la declaración de conformidad europea, lo que obliga a los fabricantes europeos sin planta productiva allí a tener que adaptar sus máquinas a las certificaciones exigidas en ese mercado. Esto puede acarrear incrementos de costes entre un 5 y un 20%.

Directivos de importantes multinacionales del sector de la mecanización agrícola, con presencia en ambos continentes, ya se han mostrado favorables a un acuerdo que debe aparcar cuestiones “emocionales” para dar paso al “pragmatismo”, porque “traerá beneficios a largo plazo y promoverá la competencia, de lo cual se beneficiarán los clientes en última instancia”, aseguran.

Tampoco conviene dejarse llevar por las apariencias. En estos momentos las barreras económicas entre la UE y EEUU son relativamente bajas, con acuerdos relativamente recientes como el de Cielos Abiertos UE-EEUU. La Comisión Europea calcula que la entrada en vigor de un acuerdo transatlántico de comercio podría incentivar el comercio conjunto hasta en un 50%, pero deberán ser los 28 gobiernos quienes den luz verde al acuerdo negociado en el Consejo de Ministros de la UE, aunque el Parlamento Europeo será consultado, con potestad para aprobarlo o rechazarlo. E incluso los parlamentos nacionales podrían verse obligados a ratificarlo.

Como puede verse, una película con muchos actores. Veremos con qué fin.